martes, 24 de marzo de 2009

Una probadita nomas

El 5 de julio del año que corre – y ojala anduviera en moto pa acabar pronto con la crisis – se llevarán a cabo elecciones para diputados, presidencias municipales y algunas gobernaturas. Por su parte, en el DF, la contienda de los partidos se dará en busca de que sus candidatos ocupen puestos entre diputados y jefes delegacionales – y aquí se pone interesante la cosa, ya que una delegación puede ser mucho más importante, en el panorama general político, que un estado en términos poblacionales, económicos, o cualquier otro que se les ocurra. Una delegación, que para algunos es clave estratégica y hace la diferencia entre ganar o perder el DF, es Iztapalapa y sus 1,820,888 habitantes (según datos del último censo en 2005). De ahí que el pasado domingo 15 de marzo se hayan caldeado los ánimos en la batalla electoral. Y bueno, ¿que ánimos no se caldean durante elecciones? Tal vez ¡los de un mismo partido! Aunque era de esperarse que en el PRD, quienes desde el 2006 viven como los héroes…pero del silencio: entre dos tierras, no pudieron dejar del lado la controversia en sus elecciones internas para ver cual de los bandos, si Nueva Izquierda o Izquierda Unida (mejor conocidas como los chuchos, y, la segunda, en un espíritu más multifacético, como los Bejaranistas o Ebradistas o Lopezobradoristas, como usted prefiera) iba a presentar sus candidatos. Las elecciones internas fueron arrasadas por Izquierda Unida, los de Bejarano, dentro de las que estaba Iztapalapa, bastión de la guerra electoral, pero era de esperarse – y pareciera ya costumbre – que todo transcurriera entre acusaciones y supuestas irregularidades en el proceso, como la quema de paquetes de boletas, la caída del sistema PREP, entre otros trucos de la vieja escuela, lo que deja una brecha cada vez más grande entre las líneas del partido.
Pero el PRD no es el único partido que ha llevado la votación a las calles. El PAN, buscando demostrar su esencia democrática, también salió a las calles, o mejor dicho a los parques, del DF con las urnas de elecciones internas. La estrategia del PAN, fuertemente criticada por el PRD, trata de aumentar su influencia en la capital ya que solo cuenta con dos de las dieciséis delegaciones que conforman el distrito federal. Y pareciera que vendieran en el metro un manual de elecciones internas por diez pesos ya que, al igual que el PRD, el PAN no se libró de escándalos y acusaciones, como la de inflar el padrón electoral interino un día antes de las elecciones. Todo esto acabó a altas horas de la madrugada – cuando las casillas cerraron a las cuatro de la tarde – y con la intervención de la fuerza pública. Habrá que ver si esto no afecta la imagen ante la militancia panista o si son preferibles unas elecciones internas, con su respectivo toque de controversia, a un dedazo impuesto.
Por su parte, y mostrando más colmillo, el PRI designo a sus candidatos a puerta cerrada.Si así es como se ponen el ambiente electoral interino, ya me imagino que nos espera el próximo 5 de julio

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