jueves, 4 de febrero de 2010

Análisis de la alianza PAN-PRD

Tomando en cuenta las líneas políticas que sigue cada uno de los tres principales partidos políticos de México, es bien sabido que el PAN es de Derecha, el PRD es de Izquierda y el PRI es de Centro.
¿Qué resultado esperar de la alianza PAN-PRD?
Por un lado tenemos a un partido de derecha y por otro a un partido de Izquierda.


¿Cómo gobernaría esta alianza? Obviamente los de derecha tienen que ceder para que no sea una derecha extrema, de la misma manera que la izquiera no debe de obstinarse en una izquierda extrema. Ni social ni privado, ni radical ni conservadores, ni liberalismo ni proteccionismo. Del estira y afloje entre estas dos líneas quedaría una izquierda más cercana/tolerante/parecida a la derecha y una derecha más cercana/tolerante/parecida a la izquierda.


Esto, con un análisis simple, nos da un centro cuya línea política se fundamenta en no tomar ningún extremo, sino las partes más conciliadoras (o menos conflictivas de cada una de las líneas políticas)
Por ende, si tenemos una alianza PAN-PRD, de extremos y llegan a gobernar, su estilo de gobierno sería de centro o para ponerlo en otras palabras acabarían gobernando como el PRI.

Combinando los diagramas, el resultado es



Viendolo así, a final de cuentas ¿Para que sirvió la alianza?

La derecha y la izquierda de un solo lado.

Se acercan nuevamente elecciones en varios de los estados de México y las cosas se están poniendo buenas. Entre que algunos lideres de opinión y analistas hablan de la relevancia que éstas elecciones tienen para el cambio de presidencia en dos años, otros mencionan las similitudes que se van dando con respecto a las elecciones de antes del 2006. Entre ambas opiniones resalta, por duplicidad, la fuerza electoral que va teniendo el PRI. Tanto historiadores como psíquicos disfrazados de analistas coinciden en que el PRI se consolida como en sus mejores tiempos y se encamina para ser un (¿único?) contrincante por la silla presidencial.
Para que esto no suceda, el PAN y el PRD han planteado una estrategia basándose en el antiguo precepto que dice “la unión hace la fuerza”. Esto los ha llevado a formar alianza uno con el otro, que más que debilitar al PRI (objetivo principal de la alianza) sólo sirve para evidenciar la desesperación de ambos por su debilidad ideológica (a menos que ambas ideologías se fundamenten en ir en contra del PRI) y su resistencia a la transición democrática, ya que en una buena democracia el PRI eventualmente llegaría a la presidencia nuevamente. Vaya falacia política a la que nos enfrentamos ahora.
Entiendo muy bien eso de las alianzas, de los acuerdos, de los juanitos, etc.,…Siempre y cuando provengan de un mismo lado, pero nunca me hubiera imaginado que un partido “purista” de derecha pudiera hacer alianza con un partido “purista” de izquierda. Un escenario que sólo se ha visto en los gobiernos con una comisión de reconciliación (aquellos divididos fuertemente) es ahora el modelo que se propone para gobernar, al menos en Oaxaca.
No sé si dicha alianza sea el reflejo de una madurez política en México: por fin un “entendimiento” entre partidos opositores; o el resultado de una crisis tanto ideológica como de identidad partidaria. Aceptémoslo, que se junten derechistas e izquierdista es como querer juntar perros y gatos, simplemente no se llevan.
Ahora habrá que ver cual es el resultado de dicha alianza, no sólo en las boletas electorales sino también en el gobierno en dado caso de que lleguen.

lunes, 26 de octubre de 2009

Entre familia

La eterna queja de los jóvenes y no tan jóvenes – o las excepciones como lo es Fernández Noroña en México – es la poca atención que se les presta a sus opiniones y la poca seriedad con que los toman. Esto lleva a varios, los más ambiciosos, a demostrar la capacidad que tienen para actuar con responsabilidad y cumpliendo con las expectativas de la actividad desarrollada como miembro de la sociedad. Gracias a esta incredulidad por parte de los adultos hacia los jóvenes, éstos consiguen obtener las herramientas adecuadas para finalmente ser aceptados. Claro, que todo esto lleva tiempo y son muy pocos los que siguen siendo jóvenes cuando pasa. Sin embargo, siempre han existido aquellos pubers que desean saltarse todas las reglas – principalmente porque su ambición supera en gran medida su sentido común – y ganarse el respeto y los títulos que usualmente se tardarían decadas en obtener. Este es el caso el Jean “el principito” Sarkozy. Este chaval de 23 años – y sí, hijo del presidente de Francia Nicolás Sarkozy – ha querido saltarse todos los pasos necesarios y, sin pruebas fidedignas, ha buscado obtener el puesto de presidente del EPAD, un ente público que administra una de las zonas más importantes de Paris llamada La Défense, el distrito de negocios de la capital francesa. Está de más mencionar que esta intención del joven Sarkozy no fue bien vista, no sólo por los opositores de su padre, sino también por el resto de los franceses. Existen límites y a Jean Sarkozy, quien ya se encuentra encaminado en la política, no le importó cruzarlos. Siendo electo diputado provincial el año pasado del sector más rico de Francia (lo comparable a San Pedro Garza García) logró también volverse líder de la centro-derecha en el consejo regional. Pero en toda esta situación es incuestionable que los logros del principito no son más que el reflejo de su apellido. Sobretodo, si le agregamos que apenas va en segundo semestre de la carrera de derecho en la universidad de la Sorbona. ¡Segundo semestre! ni siquiera es profesionista aún. Se entiende y simpatiza con el enojo del pueblo francés. Y Jean Sakorzy probablemente hubiera continuado con esta serie de “éxitos” políticos si no fuera por la necesidad que tiene su padre de popularidad. Al ver que todo el asunto de la candidatura de su hijo le causaba críticas sobre nepotismo y sobre los brios de realeza que se carga, y que dichas críticas venían tanto de ajenos como cercanos, lo más seguro es que el presidente Sarkozy haya tenido una conversación de “hombre a hombre” con su hijo menor. Y aunque por fuera el presidente defendió la candidatura de su hijo, Jean tuvo que retirarse de la contienda por la presidencia de la EPAD porque no quería llegar a ella bajo ninguna sospecha de haber recibido ayudadita: él se la quiere merecer realmente. Pero no se retiró de buscar un puesto administrativo dentro del mismo consejo de la EPAD.
Lo que tendrá que hacer ahora Jean Sakorzy es darse prisa a seguir aprovechando que su apellido aún tiene popularidad porque después uno no se recupera, sino que les pregunte a los hijos de Fox, de Zedillo, de Salinas, de De la Madrid, en fin…que aproveche.

martes, 13 de octubre de 2009

Farol de la calle, oscuridad en la casa

Muchos aplauden la decisión del Gobierno Federal de liquidar la compañía Luz y Fuerza del Centro (LyFC). Desde analistas hasta empresarios de renombre, tanto paleros como opositores del gobierno – aunque hay de opositores a opositores – están de acuerdo en que la compañía era ineficiente – se dice que el año pasado sólo atendió cerca de 300 clientes –, insostenible – gastaba más de lo que generaba – y que la liquidación se debió de haber llevado a cabo varios años atrás – esto es obvio porqué a pesar de ser público, no deja de ser un negocio, no una obra de caridad. Claro que no faltan quienes defienden la posición de la compañía – o ¿será la posición del sindicato? – con argumentos sobre su privatización y el derecho del bienestar público y tantas otros recursos de la lengua política barbárica utilizados en cualquier conflicto contra el gobierno.
Lo que puede poner la duda en nuestra boca es como empezó todo este conflicto hace ya varios meses, cuando la secretaria del trabajo no reconoció a Martín Esparza como líder electo del sindicato, después vino el problema presupuestario que encendió la mecha debido a la reducción que querían hacer a través de LyFC y bueno, ahora la liquidación por al falta de acuerdos.
Pero ¿será realmente que hay más allá de lo que se puede ver? Si sí, es posible que la gente no se lo crea debido a la participación de personajes tan pintorescos como “el presidente legitimo” que no sabemos si quiere aprovechar para tener un poco de publicidad gratis o si no tuvo más opción cuando se apareció parte del SME mientras presenta su presupuesto alterno que la de mostrar su apoyo y dejar a un lado su presentación.
Aunque la legitimidad de las quejas del SME no era tanta gracias a las pruebas, en video y en registros, de la corrupción que hubo durante las elecciones en las cuales Martín Esparza salió victorioso, ahora será menos.
Me pregunto ¿puede un sindicato sigue siendo sindicato cuando sus miembros ya no tienen donde trabajar?
Deberían de pensar los miembros de la SME si vale la pena el perder su trabajo por un líder que, aunque carismático, ya no tiene poder de negociación o si deberían mejor pensar en entrar al sindicato de la CFE, dónde puede que acaben haciendo lo mismo que hacían o consiguiendo ese merecido puesto cuya obtención estaba bloqueada por otros miembros del antiguo sindicato.

Y el premio es para...

El mundo quedó sorprendido – y mucho más que los analistas y expertos en el tema – cuando se anunció que el Premio Nobel de la Paz 2009 fue otorgado a, ni mas ni menos el presidente in del momento, Mr. Barack Obama, y aunque parecía que razones sobraban al comité seleccionador, no fueron suficientes como para evitar las críticas cómo la que aquí se va a hacer.
Uno de los principales puntos para poner en duda el merecimiento de tan cotizado premio es el de las fechas de nominación. La fecha límite para nominar a alguien fue el 1º de Febrero de este año, fecha en que Obama llevaba apenas dos semanas dentro de la casa blanca. Repasemos lo más relevante que hizo durante esos primeros 12 días que pudieron afectar la decisión – lo cual se demostrará a través de signos positivos o signos negativos: el 20 de enero asume la presidencia (X), el 22 manda cerrar Guantánamo (+), el 23 autoriza un ataque aéreo en Pakistán (-), el 26 otorga su primera entrevista formal como presidente a la televisora árabe Al Arabiya (+), el 28 hace su primera visita al Pentágono (en duda). ¿Es esto suficiente para nominar a alguien? Obviamente no, pero Obama no fue nominado por sus acciones – ni tampoco premiado por las mismas – y eso quedó muy claro.
Analizando todo el suceso, habría que empezar por las nominaciones. El nombre de Obama salió a relucir de entre una lista de 205 nombres nominados, entre organizaciones y personas, entre los que sobresalían Sarkozy, Ingrid Betancourt o Hu Jia, disidente chino, que además cuenta ya con varios años en la lista al igual que muchos otros de la misma. Todo esto debido a que las nominaciones sólo las pueden hacer un grupo exclusivo de personas, entre las que se cuentan galardonados del mismo premio así como el consejo que decide quien es el ganador. Habría que revisar quien fue el que nominó a Obama. Y aunque falten 50 años para saber quien más estaba en la lista de nominados – tiempo decidido por la organización noruega para revelar dicha lista – las críticas sobre el poco merecimiento del nobel por Obama inundaron los periódicos el día en que se dio el anuncio. Entonces habría que ver quien decidió nominar a Barack Obama pese a sus escasos – o, más bien, casi nulos logros – para cuestionarlo sobre por qué consideró hacerlo.
Pero, más allá de quien puso su nombre en la lista, si hay que señalar al comité seleccionador y los criterios que siguieron para tomar dicha decisión.
Es por esta razón que el comité seleccionador escogió muy bien las palabras con las cuales describiría el gran trabajo hecho por Obama entre el 1 de Febrero y el 9 de Octubre (fecha en la cual se le entregó el premio) para ser elegido merecedor del premio y éstas fueron “debido a sus extraordinarios esfuerzos para fortalecer la diplomacia internacional y la cooperación entre las personas” así como por sus esfuerzos para apoyar las instituciones internacionales y la promoción del desarmamiento nuclear del mundo. Pero como lo hecho por Obama no ha sido ni la mitad de lo que han hecho otras personas u organizaciones – como es el caso de la organización Cluster Munition Coalition, que en 2008 logró que 100 países firmaran un tratado para abolir las armas cluster o de racimo – el comité seleccionador tuvo que argumentar que era para motivar e impulsar todo aquello que puede lograr siendo presidente de los Estados Unidos en materia de paz – y aún más porque Estados Unidos sólo, posee más de 1500 cabezas nucleares y esta llevando en este momento dos guerras en medio oriente (Irak y Afganistán) sin mencionar la increíble influencia que tiene sobre la OTAN, el consejo de seguridad de la ONU y, bueno, en muchos otros lugares).
Pero entonces el problema no es que Obama haya ganado el premio, ni que alguien, en una fanática ceguera, lo haya nominado; el problema aquí en realidad es que el consejo decidió otorgárselo a alguien que no ha llevado a cabo acciones suficientes para merecerlo. Puede que realmente crean su propia excusa del “motivante” pero hasta Obama se sorprendió de recibirlo. La nominación hubiera pasado desapercibida – como lo había hecho hasta el momento – pero el anuncio de su “victoria” asombro al mundo de tal manera que tanto seguidores como opositores de Obama no vieron esa premiación con buenos ojos. Esto más porque el Premio Nobel de la Paz, aunque muchos lo vean como un premio de chocolate, es el Nobel más popular – seguido por el de literatura – porque es un tema que todas las personas entienden y que no se da a especialistas en materias extrañas o descubridores de antídotos a enfermedades que aún no existen, sino que se lo dan a personas que día a día construyen con sus acciones un lugar mejor para todos. A través el ejemplo de los galardonados del Nobel de la Paz, es cómo muchas otras personas se ven inspirados, con Muhamas Yunus cuyo modelo de microfinanciamiento ha sido replicado en todos y cada uno de los rincones del mundo, logrando levantar a gente hundida en la más cruel de las pobrezas – y muchos dicen que debió de haber sido el Nobel de Economía el que se debió de haber ganado. Pero el Nobel de la Paz va más allá de un reconocimiento, es una invitación de seguir trabajando, no sólo para el que lo gana sino también para que los demás hagan lo mismo. Y es el problema con que Obama lo haya ganado, no hay nada que seguir aún. Hoy, en el Washington Post, apareció la noticia de que Obama mandó 13,000 tropas más a Afganistan. Al parecer el Nobel no lo motivó tanto como se esperaba.
Muchos hablan del significado oculto de entregarle el premio a Obamal, como por ejemplo que es un golpe a la política republicana, especialmente la llevada a cabo por George W. Bush en su último mandato, más ¿de qué serviría atacar una política que ya no está vigente? También muchos tachan al comité seleccionador como tendenciosos de izquierda o lo que seria lo mismo socialistas – sobre todo porque quien selecciona a los miembros del comité es el mismo gobierno noruego, que sigue esa tendencia – lo cual, a mi parecer, no tiene ni la más minima relación con la entrega del premio ya que estoy seguro que había en esa lista candidatos mucho más representativos del socialismo que Obama. Pero el que más críticas ha recibido es Thorbjorn Jagland, presidente de dicho comité, las cuales han tocado principalmente el tema de su renuncia y de su falta de capacidad para el puesto. Otras han mencionado la incompatibilidad de sus funciones tanto como presidente del Consejo Seleccionador del Nobel, como Presidente del Consejo Europeo. Y no esta mal pensarlo porque puede afectar la independencia de la asignación del Nobel. En fin…No cabe duda que hay muchos motivos por las cuales dudar y hasta recriminar la entrega del Nobel a Obama. Podríamos gastar el tiempo en buscar culpables y verdaderas razones, pero lo único que tenemos ahora es a Obama como ganador. Habrá que estar pendientes en el futuro para asegurarnos que cumpla con las expectativas, no solo del Nobel, sino también de la gente que confía en él.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Juanito: un producto de la política mexicana

Mucho se podría escribir de Rafael Acosta “Juanito” más todo sería de muy poca importancia…Pero eso sí, nadie puede quitarle el único triunfo legítimo: llenar de folklore la vida política mexicana (y darle alegría a algunos cuantos).
Empezó como mártir, siendo un sacrificio por un bien mayor para el movimiento de Andrés Manuel López Obrador, y evolucionó hasta convertirse en el salvador de México. De cordero a león en tan sólo dos meses. Aún retumba el eco en Iztapalapa de cuando juramentó ante el “presidente legítimo de México” otorgar el puesto a Clara Brugadas por el bien del movimiento y de México. Pero en las últimas semanas Juanito se ha transformado, ha enfrentado al “gobierno legitimo” y ha decidido que el mejor lado en el que puede estar es en el suyo propio, de ahí las declaraciones sobre sus ambiciones de ser gobernador del Distrito Federal y – ¿por qué no? – ocupar la silla presidencial “si es lo que quiere el pueblo de México” que pareciera le susurra al oído.
Lo malo, es que seguro esos susurros que ponen palabras en su boca, están lejos de reflejar los deseos del pueblo Iztapalapa, de la capital y del país, sino más bien proviene de deseos muy particulares. Algunos dicen que son los chuchos quienes aconsejan, otros se lo atribuyen a personas más colmilludas, pero lo único seguro es que Juanito cambió y ese cambio le esta haciendo perder apoyo (si es que realmente tiene alguno). Analizando esta situación no puedo dejar de pensar en la película de La ley de Herodes, en la cual también un politiquillo, con una probadita de poder, pierde totalmente la razón.
Ya me imagino a López Obrador al puro estilo Cesar: ¿y tu también, Juanito?

Un virus peor que la influenza

Ya no cabe duda: hay un virus más contagioso que el virus A-H1N1 y es el virus del socialismo del siglo XXI. ¿El primer síntoma? Convocar a un referéndum para que el pueblo diga si se puede modificar la constitución de una nación y así reelegir durante un periodo más al presidente en curso.
Comenzando en Venezuela, este virus fue contagiando a Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Honduras y ahora Colombia, en dónde el senado aprobó la ley que permite lanzar un referéndum para la reelección de Álvaro Uribe, actual presidente colombiano.
A pesar de que ya esta en un segundo periodo (la reelección ya existe en Colombia) Uribe buscar mantener durante un tercer periodo más, para así asegurar una continuidad en sus políticas. Aunque todos sabemos que así es como empieza esta enfermedad que afecta a gran parte de la región.
Aunque aún no es segura la aprobación del referéndum en Colombia, cada vez hay menos trabas. Esperemos y Colombia logre inyectarse la vacuna al socialismo del siglo XXI, antes de que sea tarde.