¿Por amor o por dinero?

El pasado miércoles 11 de marzo, los integrantes de la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados se reunieron en la ciudad de México para discutir la ley de los salarios máximos, que busca evitar que cualquier funcionario público gané mas que el presidente (esto sin contar mordidas y favores supongo). Dicha ley es el resultado de situaciones poco congruentes en la situación económica mexicana ya que ¿Por qué razón un gobernador, alcalde, presidente municipal, etc. debería de ganar más dinero que el mismo presidente? Obviamente por ninguna. Sin embargo existe un historial de salarios de funcionarios públicos que sobrepasan el salario presidencial, como es el caso de varios gobernadores. Para aclarar las cosas, según un reportaje reciente de Televisa, el presidente Calderón gana 148,015 pesos netos y el gobernador de Aguascalientes, Luís Armando Reynoso, le suma a su salario, de 105,00 pesos netos, un bono de 149,000 pesos por concepto de riesgos laborales, lo que nos da un total de 254,000 pesos mensuales. Digo, no esta de más protegerse de cualquier atentado que pueda existir, y más en estos tiempos tan violentos, en los que las amenazas aparecen a diestra y siniestra, es por eso que estoy casi seguro que el bono seguro es utilizado por el gobernador de Aguascalientes para mantenerse a salvo y así evitar el uso de (aún) más dinero de los contribuyentes en cuestiones de seguridad personales…como también estoy seguro que santa baja por la chimenea cada navidad. Por ésta y varias razones más, es que se decidió aprobar la ley de los salarios máximos, la cual no fue completa, ya que la votación, fuertemente cerrada, solo prohibió los aumentos para los funcionarios elegidos popularmente y no los designados, lo que es importante dado que, más allá de los excesos de los gobernadores o alcaldes, el director de algún órgano autónomo o un magistrado o un consejero del poder judicial pueden tener un mayor salario que el presidente (estos salarios son pagados con dinero de los contribuyentes, que es otra de las razones por la cual aprobar una ley de salarios máximos más completa) así es como tenemos que un magistrado gana 343,056 pesos netos, un consejero del IFE gana 172,373 pesos netos y el presidente de la CNDH recibe 149,340 pesos netos mensuales, todos arriba del salario tope.
Se supone que ser servidor público es una vocación, una oportunidad de ayudar al país y su gente, la forma más directa de participación para forjar un mejor futuro, pero muchas personas lo ven simplemente como el chance de meterse dinero a la bolsa, por las buenas o por las malas.