jueves, 28 de mayo de 2009

La competencia de Rubén Blades

Algo bueno habrá hecho Rubensito como ministro de turismo de Panamá, para que, en tiempos en los cuales el turismo en México a caído precipitosamente, se haya decidido montar tremenda campaña publicitaria adornada con las más brillantes luminarias del país.
Nombres como Placido Domingo, Rebeca de Alba, Benny Ibarra, Chespirito, el hijo del Santo (¿Hijo es nombre propio? No vaya ser que se escriba con mayúscula), entre otros, forman parte de esta nueva estrategia de la secretaria de turismo, con la que se espera curar al lesionado sector del turismo en México, que entre patadas de la guerra contra el narco y pellizcos de la Influenza H1N1, ya necesita un respiro. Son mil doscientos millones (1,200,000,000) de pesos lo que impulsa esta campaña – porque tampoco no es como que los artistas lo estén haciendo de gratis – y mantiene a los hoteleros y demás dependientes del turismo esperanzados en un realce de los números que se han mantenido abajo y más aún debido al acortamiento del periodo vacacional de las escuelas, ya que significa dos semanas menos de dinero en el bolsillo. Claro que los mismos hoteleros no cuentan el fin de semana largo que se vivió en Mayo y que hizo que muchas personas abandonaran sus ciudades infectadas por la influenza y que buscaran refugio en lugares alejados pero conocidos centros vacacionales en diferentes ciudades como Cuernavaca, Acapulco, Querétaro, etc. Lo que dejó un derrame económico nada despreciable.
Obviamente la campaña titulada Vive México, está enfocada para la clientela nacional – realmente no creo que Angélica Vale sea popular en China o que las Hash puedan atraer turistas Canadienses – europeos sí, pero más por confusiones entre el nombre artístico de las hermanas y la droga – ya que según se dice, el turismo nacional implica un 85% del derroche económico en el sector.
La verdad no me parece una estrategia muy inteligente, ya que están buscando que se mantenga ese 85% y así sostener el sector, en lugar de buscar no perder el 15% de turismo extranjero (que creo si ha debido disminuir) y, es más, aumentar el porcentaje de turistas extranjeros que visitan México. No es como que haya un límite para eso ¿o sí?
Lo que si nadie va a dudar, es que se veía muy bien al presidente del codo entre tanta personalidad, ¿a poco no?

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