¿Es necesaria un área futbolística dentro de la SRE?

Definitivamente.

Las relaciones futbolísticas internacionales son más importantes – y no digamos más entretenidas – que las diplomáticas y políticas. Hoy, ni la crisis económica ni la crisis de influenza nos afectan tanto como la crisis futbolística que vivimos. La Federación Mexicana de Fútbol (FMF) anunció esta semana la ruptura de relaciones con la CONNMEBOL, tomando como primera acción el retirar a los equipos mexicanos de la Copa Libertadores y anunciando que no habrá participación de equipos mexicanos en la Copa Sudamericana así como tampoco la selección de México participará en la Copa América. Si de por sí eran pocos los torneos internacionales en los que sobresalimos – sí, hasta en la última copa América, aunque hayamos sobresalido por maletas, pero lo hicimos – y resulta que nos recortan a la mitad nuestras fuentes de alegría, aquello que nos daba una razón más en la semana para comprar un six y juntarnos con los amigos. Sin la participación de México en dichas copas ¿dónde tendremos la proyección internacional necesaria para que nuestra liga este llena de figuras como el paraguayo Salvador Cabañas, el chileno Chupete Suazo, el argentino Christian Giménez, el panameño Blas Pérez y el otro chileno Héctor Raúl Mancilla, quienes figuran dentro del top ten de la lista de goleo individual de la liga, sin olvidar nombres como Lucas Ayala, Matías Vuoso, Sinha y Leandro Augusto, jugadores – sudamericanos – naturalizados quienes fueron parte de la Selección Mexicana? Hay muchos puntos en contra, tanto para la CONMEBOL como para la FMF: las perdidas económicas a nivel macro y micro (como mencionaba antes, uno se reúne, compra botanas, va a restaurantes, los fans siguen a sus equipos, etc.), el roce internacional de los jugadores y los árbitros, se pierden patrocinadores, se pierde audencia, en fin, varios puntos en contra. Pero al mal tiempo ponerle buena cara.
Ahora, la FMF tiene la oportunidad de dejar de creerse tanto (ya que no habrá competencias internacionales en las que sus equipos arrasen) y tiene que enfrentar la situación en la que se encuentra, que es una situación decadente en la cual sus equipos le podrán ganar a los sudamericanos, más no a los norte americanos y mucho menos a los europeos. A veces se necesita estar en una situación como ésta para realmente poner atención a las cosas importantes. Javier Aguirre no se preocupará de ser juzgado durante la Copa América, pero si de conseguir rivales dignos de la selección que no sólo sirvan para dar un show, sino como lecciones constantes del nivel al cual los jugadores mexicanos deben de llegar.
El episodio pasará cuando se calmen los ánimos – y la influenza ya no este de moda – ya que nadie nos puede negar que el fútbol mexicano y el sudamericano se necesitan el uno al otro.