lunes, 13 de abril de 2009

Rumbo a una nueva crisis

La carrera espacial inició cerca de 52 años atrás, en 1957. La segunda guerra mundial había terminado hacía 12 años, Estados Unidos y la Union Sovietica usaban franelas debido a la guerra fría, la OTAN era aún púber y Cuba servía de paraíso caribeño para los turistas americanos. No se veía, a distancia, ninguna eventualidad que pudiera afectar el orden que se vivía en cierto ambiente de tranquilidad que se vivía… hasta el 4 de Octubre, fecha en la cual la URSS puso en orbita al Sputnik 1 y así dar comienzo a la era espacial, que en resumen acabó con el hombre en la luna (si es que realmente el hombre llego a la luna) y la imagen de la bandera estadounidense sobre la superficie lunar como muestra ¿indiscutible? de su liderazgo en materia espacial.
Pero más allá de la conquista del espacio, la carrera espacial entre USA y la URSS llevó a crear culturas tecnológicas e innovadoras, con la puesta en orbita de satélites que nos ayudan a estar más interconectados, con la creación de carreras universitarias que buscan rompen paradigmas, con la famosa comida de astronauta y, en fin, muchos otros beneficios colaterales al desarrollo de las agencias espaciales.
En los últimos años se ha vuelto a percibir un auge en la investigación espacial y ya varios países han mostrado su interés por el espacio y la formación de agencias espaciales propias – un poco tarde ¿no creen?) – como es el caso de Sudáfrica, México y Corea del Norte. La última frontera necesitará de aduanas.
México reconoce los beneficios de una agencia espacial y es por lo que está buscando la aprobación de su creación desde el 2006, sus interés va más allá de mandar a un mexicano al espacio – cosa que ya pasó, solo que con la NASA – y de poner a un mexicano en la luna – cosa que ya no impresiona a nadie. Así que, aconsejado por los rusos y próximamente por los gringos, se esta gestando una agencia espacial mexicana que busca impulsar el interés por la tecnología y las ciencias, que difiere de las razones de Corea del Norte para desarrollar capacidad espacial.
Corea del Norte, como todos saben, es el gemelo malvado de las dos Coreas, y muy parecido al pariente incomodo en la familia de los países asiáticos, que sólo aguanta China y más por costumbre que por lealtad.
Bajo el legado de los Kim desde 1948, Corea del Norte siempre ha sido una amenaza light para cualquiera que considerará su enemigo, sin llegar a mayores catástrofes, que es – ¿o era?) – el caso de Cuba, sólo que ésta última contaba con una posición estratégica a tan sólo 145 kilómetros de distancia de Estados Unidos a diferencia de los 9558 kilómetros que existen entre Pyongyang y Los Ángeles.
Pero ahora, con su desarrollo “espacial”, esa distancia se vuelve nada cuando lo que buscas es cruzar 382500 kilómetros para llegar a la superficie lunar (nota: desconozco los objetivos de Corea del Norte, pero después de poner un satélite en el espacio, el siguiente paso lógico es llegar a la luna) Es por esto, que los focos rojos se prendieron en el consejo de seguridad de la ONU el pasado 5 de abril, cuando Corea del Norte lanzó un cohete de largo alcance, bajo el argumento de estar probando proyectos para su programa espacial, entre los que se incluyen un satélite de comunicaciones.
Y claro que todo este asunto pone alerta al mundo entero, primeramente por el historial conflictivo de Corea del Norte, después se debe considerar que en el 2006 llevó a cabo pruebas atómicas y ahora busca desarrollar cohetes – ¿o deberíamos de llamarles misiles? – de largo alcance según para poner satélites de comunicación en orbita, de los cuales no me cabe la menor duda que deben necesitar muchos para poder transmitir los miles de canales de televisión que deben de tener, así como la estaciones de radio en las que los conductores no se cansan de hacer uso de su libertad de expresión imitando a Howard Stern o para compartir aquellas páginas de Internet donde los jóvenes pueden encontrar toda la información sobre Corea del Norte que existe en el mundo.
Es claro que Corea del Norte necesita una agencia espacial debido a sus “necesidades” tecnológicas al igual que un hombre compra una revista Playboy debido a sus artículos.
Lo bueno es que el consejo de seguridad de la ONU no se chupa los dedos…cuando les conviene…y puede ver las consecuencias de dejar de tomar acción ante la situación.
Lamentablemente Rusia y China, quienes no ven a Corea del Norte como amenaza, también forman parte del consejo de seguridad y tienen derecho al veto, así que en los próximos meses veremos discusiones y discursos interesantes sobre el tema y esperemos no vivir otra crisis de misiles…aunque a mi no me haya tocado la primera.


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