Honduras: Una prueba para todos

El caso de Honduras ya es conocido para todos y no dudo que le haya hecho la competencia a la noticia de la muerte de MJ (hay que estar en onda) durante la semana pasada cómo la noticia más mencionada…al menos en las pantallas latinoamericanas. Motivo de reuniones de emergencia en todo el hemisferio – desde el grupo de río hasta la OEA – y de declaraciones de presidentes y organismos internacionales, Honduras es hoy en día un cuestionamiento democrático. Aunque varios países han declarado que no existen excusas para dar un golpe de estado o militar, ninguno de ellos puede negar que los golpes de estado se dan cuando el descontento con el gobierno sobre pasa los limites. Todos los gobiernos sufren de baja popularidad (estar en contra de ellos pareciera naturaleza humana) pero una cosa es tomar medidas poco populares y otra es tomar medidas nada populares. A pesar de que dicen que es anticonstitucional en Honduras lo que se le hizo al (¿ex?) presidente Zelaya, también era inconstitucional lo que el quería hacer: la consulta popular para llevar a cabo una asamblea constituyente. Pero si lo quieren ver como que la constitución de Honduras no es muy clara ni esta bien diseñada, puede que en ese caso queden en empate. También dicen que el expulsar a Zelaya de la manera que lo hicieron es antidemocrático, pero el hecho de que Zelaya pisoteó todas las decisiones que tomó el Congreso, el Ministerio Público y el Tribunal Supremo Electoral con respecto a su consulta ¿no es antidemocrático? Siguen empatados, pero para los diferentes gobiernos que ya extrajeron a sus embajadores, para la ONU que declaró sobre el asunto, para la OEA y el resto de críticos de la acción no hay dicho empate. Pareciera como que sólo por destituir al presidente, Honduras estuviera condenado a repetir lo que ha pasado mil veces en América Latina.
Hoy justamente una misión de la OEA, encabezada por el Dr. Insulza, estará en Honduras exigiendo la restitución de Zelaya y amenazando con la suspensión de Honduras dentro de la misma OEA, cómo lo marca su carta democrática.
Bajo este tipo de amenazas y acciones como las que tomó Hugo Chávez al cortarles el suministro de gasolina, el Banco Mundial al retener la ayuda monetaria, el cierre de sus fronteras comerciales – que ya están de nuevo abiertas – el “nuevo gobierno” de Honduras se ha mostrado inmutable en su decisión.
Siendo Honduras el tercer país más pobre de América Latina – después de Haití y Nicaragua – todo esto afectará enormemente la economía de ese país, haciendo que el golpe de estado se convierta en un golpe económico de K.O.
Al final lo que pasa en Honduras no es más que abrir la puerta al closet de los cadáveres de América Latina, desde Tierra de Fuego hasta Guatemala. Habrá que ver si nuestras democracias, nuestra integración regional y nuestras instituciones multilaterales son tan fuertes como pensábamos. Lo que está pasando en Honduras es sólo un bache en su historia, pero una prueba de fuego en el resto de la región.