viernes, 31 de julio de 2009

El cuento de nunca acabar

Pareciera que fue ayer cuando Hugo Chávez enviaba al ejército venezolano a la frontera con Colombia, debido a la acción que esta última había tomado en territorio ecuatoriano, tensando las relaciones entre los dos países. Hoy, la silla del embajador venezolano en Colombia está vacía.
Cuando se pensaba que cualquier diferencia que haya podido existir entre los dos países durante la crisis de marzo – hay tantas crisis en la región que habrá que empezar a etiquetarlas – se han vuelto a congelar relaciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela. Esta ruptura se dio a causa del descubrimiento de armamento de fabricación sueca en manos de las FARCS. Cuando esta información salió a la luz, el gobierno sueco inmediatamente comenzó a investigar cómo habían llegado esas armas a Colombia para evitar cualquier malentendido. Esta investigación concluyó cuando Saab Bofors Dynamic, la empresa fabricante de las armas en cuestión, identificó que pertenecían a un lote vendido al ejército venezolano en la década de los 80s y hasta se cree que fueron usadas en el golpe de estado gestado por Hugo Chávez en el ’92.
Claro que no era de esperarse la respuesta sagaz por parte del gobierno venezolano sobre como todo es una faramalla, que mal no le queda decirlo. Esta ruptura diplomática también se da días después en que Colombia y EEUU fortalecieron lazos, con acuerdo de crear una base militar estadounidense en Colombia. Cosa que ningún miembro del ALBA ha visto con buenos ojos. Claro un día exigen a Estados Unidos que se involucre en el golpe de estado Hondureño y otro piden que se alejen de la región. Estos socialistas del siglo XXI, ¿Qué le vamos a hacer?
Al que no más no pelan es a Ecuador, que no ha dejado de ser acusado de relacionarse con las FARCs, ni se ha cansado de defenderse.

1 comentario: