De alianzas, ausencias y expulsiones

Es de conocimiento popular que el gran victorioso de las últimas elecciones fue el PRI, obteniendo una mayoría en la cámara de diputados y posicionando a sus candidatos en 5 de los 6 estados que se disputaban. Pero realmente el ganador es el Partido Verde, el cual gracias a su alianza electoral con el PRI ha podido mantenerse a flote – porque no creo que sus 22 diputados electos hubieran podido legalizar la pena de muerte o el pago de clases de ingles y computación por parte del gobierno. Es por eso que buscaron ratificar la alianza electoral también en San Lazaro, que tampoco les ayudará para cumplir ninguna de sus propuestas, pero sí a que varios de sus diputados se formen en las filas del PRI dentro de tres años para buscar un hueso más grande. Esta alianza pone en ventaja al PRI en la toma de decisiones en la cámara de diputados y le dará varios dolores de cabeza al presidente y el resto de los diputados. Y mientras el PRI consolida alianzas, el PAN sigue sin dirigente nacional. Cuando parecía que ya se había llegado a un acuerdo en el consejo de ese partido, notables miembros del mismo han salido a declarar su inquietud con respecto a la elección del nuevo dirigente nacional y de cómo una elección apresurada pueda traerles mayores perdidas en las próximas elecciones – no olvidemos que el 2010 se disputaran la gubernatura de diez estados. Por esta – y otras razones – se ha pedido reconsiderar la elección del presidente en el PAN. Cosa que ha llevado a una ruptura entre sus filas. Más dicha ruptura no es como la existente en el PRD. Desde que se empezaron a etiquetar – los chuchos, los bejeranistas y los obradoristas – el PRD tenía en su futuro la declive que vive en estos días. Con un muy mal resultado electoral, el PRD ha buscado la cura a todos sus males, desde catemaco hasta los más modernos laboratorios suizos. Debido a esto, se ha buscado destituir de sus puestos a los que iniciaron la batalla frontal que ha dividido tanto al partido: Jesús Ortega como líder nacional y a Andres Manuel como líder moral. Y mientras esto sucede, los ojos voltean a ver a Marcelo Ebrard, quien gusta para candidato en el 2012. A pesar de las declaraciones de Cuathemoc Cárdenas, miembro fundador del PRD – y quien debería ser tomado como autoridad moral en el mismo - , las partes no parecen hacerle caso ni decidirse a tomar una decisión.
Así esta el escenario político del país, con un PRI retomando fuerza gracias al apoyo de antiguos opositores, un PAN que no sabe aprovechar las ventajas de partido gobernante y un PRD que no puede lidiar ni con sus propios problemas.