A Canadá ya no le caemos bien.

O al menos no tanto cómo para dejar entrar a los mexicanos sin visa. Esto debido a que los pasados de lanza de los mexicanos han acaparado las solicitudes de refugiados. Esta solicitud existe para ser utilizada por todas aquellas personas que sufran de una persecución y que su salida de Canadá vaya a terminar en peligro de tortura, un riesgo para su vida o un trato cruel. Y al parecer México es un lugar muy peligroso, lleno de persecuciones políticas y cámaras de torturas, ya que el año pasado cerca de 9 mil mexicanos llenaron la solicitud de refugio en Canadá. Claro que los canadienses les gustaría estar inundados de mexicanos – más de lo que están – pero ellos, a diferencia de nosotros, saben que en el mundo si hay gente que vive la necesidad de ser un refugiado, que no buscan un lugar donde ganar más dinero sino uno dónde poner sus vidas a salvos.
Y, aunque la secretaría de relaciones exteriores haya puesto el grito en el cielo, creo que el gobierno de Canadá hizo bien en exigir visas a los mexicanos. A ver si así empezamos a entender que no somos tan queridos en el mundo como creíamos y que hay que empezar a trabajar en tener un protocolo internacional.